Hay un tiempo para todo. Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar. Un tiempo, también, para descansar y disfrutar lo cosechado.
Pasé la mayor parte de la vida dirigiendo un establecimiento agropecuario de mi propiedad. Es duro. Lo vendí hace poco y me encontré con un gran patrimonio en efectivo, no en propiedades, algo a lo cual no estaba acostumbrado. El mundo financiero, sus riesgos y sus oportunidades, es algo nuevo para mí. Me falta la formación, la experiencia y la información actualizada necesaria para armar un esquema que proteja mi patrimonio y lo haga crecer. Solo no puedo hacerlo. Por eso recurrí al Grupo CKC. Y me ha ido muy bien con ellos. O gracias a ellos.

Hace años me desempeño en mi actividad profesional. Tomar decisiones es lo habitual en mi vida cotidiana. Pero la situación en mi país se ha vuelto inestable en todo sentido, con un alto grado de volatilidad.
Una situación política de futuro incierto, una legislación que comienza a no dar seguridad, una economía que deja dudas en una perspectiva de mediano y largo plazo, demandas sociales, proyectos políticos contrapuestos que suponen cambios institucionales y un mercado cada vez más inseguro por reglas de juego que cambian. Frente a esta situación pensamos que nuestra alternativa es anclar nuestro trabajo en el país, pero también en el mundo para proteger nuestro patrimonio.
Para hacerlo me falta una estructura de inserción global y no tengo ni presencia ni contactos en el plano internacional. Es mi mayor carencia. Un déficit estratégico. Por eso me acerqué al Grupo CKC y con ellos resolví mi problema. Hoy tengo alianzas estratégicas sólidas en todo el mundo.

Nuestra firma de asesores de inversión tiene más de 20 años y hemos transitado un camino profesional de crecimiento y consolidación.
Con mis socios no peinamos canas todavía, pero somos personas ya en la mitad de la vida, al decir del Dante. Y, como su personaje, estamos a punto de encontrarnos en una selva oscura. Una situación política inestable, una legislación que comienza a no dar seguridad y una economía que deja dudas en unas perspectivas de mediano y largo plazo, así como demandas sociales, proyectos políticos un poco radicales que auguran cambios institucionales vuelven inseguro nuestro mercado. Frente a esta solución pensamos que nuestra alternativa es anclar nuestro trabajo en el país, pero también en el mundo. Pero nuestra licencia no lo permite. Por todo esto nos integramos a la plataforma para Asesores de Inversión y Gestores de Patrimonio del Grupo CKC. Fue una buena decisión.
